En 1926 se crea una junta especial para formular un plan destinado a organizar el Instituto Nacional de Higiene integrando el Laboratorio de Higiene, el Parque de Vacunación y el Laboratorio Bacteriológico, y en 1928 se promulga la ley que organiza el Instituto Nacional de Higiene Samper Martínez. Desde entonces la investigación adquiere un gran desarrollo, coincidiendo con un aumento notable de la exportación cafetalera.